lunes, 14 de julio de 2008

Entrevista a Jorge Avendaño

Jorge Avendaño, ex decano de la Facultad de Derecho PUCP: “Tenemos la primera Facultad de Derecho del Perú.”

Se nota que le emociona recordar los inicios de su vasta trayectoria en la Universidad Católica, hace más de medio siglo. El doctor Jorge Avendaño cuenta cómo tomó la posta del profesor Ismael Bielich y, pocos años después, cómo sucedió al decano Raúl Ferrero Rebagliatti, mientras señala los retratos de ambos personajes que cuelgan en la Sala de Grados de la Facultad de Derecho. Avanza por los pasillos de este edificio –que como decano logró levantar para reemplazar las antiguas casetas de Derecho– y todos lo saludan con mucho respeto. No es para menos. Jorge Avendaño es un abogado constitucionalista de reputación impecable. Como profesor ha dictado diversos cursos: Sucesiones, Derecho Registral, Personas, Seminario de Propiedad, Seminario de Integración sobre Derecho Civil, pero uno que nunca dejó de dictar fue Derechos Reales. En reconocimiento a sus aportes en Derecho Constitucional y su destacada trayectoria en nuestra Universidad, el viernes 23 de mayo recibirá la Medalla de Honor R.P. Jorge Dintilhac.

La Facultad de Derecho le organizó el año pasado un homenaje por sus 50 años de docencia. ¿Cómo empezó a dictar clases en la Universidad?
Terminé mi carrera en diciembre de 1956 y me gradué al día siguiente de haber terminado las clases. El profesor de Derechos Reales en ese momento era el Dr. Ismael Bielich, pero tenía problemas de salud y, por ello, faltaba con frecuencia. Entonces, entre julio y agosto de 1957, me contrataron como profesor. Yo no era más que un mocoso, pero muy buen alumno. Tuve que dictar el curso entre agosto y diciembre, cinco días a la semana, lo cual demandó un esfuerzo descomunal de mi parte: una cosa era haber estudiado bien esa materia cuatro años antes, y otra era enseñarla.

¿Y cuándo lo nombraron decano de la Facultad de Derecho por primera vez?
Cuando me gradué como doctor. Tenía 31 años. En ese entonces, año 1964, yo estaba muy dedicado a la Universidad, me gustaba mucho. El rector de esa época, el Padre Mac Gregor, estimaba que se requería una reforma profunda en la Facultad de Derecho y quiso que yo fuera el decano. Entonces habló conmigo y con los profesores; fueron ellos los que me eligieron.

¿Cuáles fueron las principales acciones que logró como decano?
Hicimos una reforma de fondo, tanto curricular como metodológica, gracias al apoyo económico de la Fundación Ford y el respaldo de la Universidad. Como parte de esta reforma, firmamos un convenio con la Universidad de Wisconsin; así, más de diez profesores viajaron a Estados Unidos a estudiar metodología para preparar cursos sustantivos. Entre ellos estuvieron Domingo García Belaúnde, Baldo Kresalja, Javier de Belaúnde, Eduardo Ferrero, Lorenzo Zolezi, Jorge Santisteban, todos, hoy figuras destacadas y profesores respetados de esta Universidad. Este movimiento influyó en otros países de América Latina como Chile, Colombia y Brasil. Y ahí está el resultado: tenemos la primera Facultad de Derecho del Perú.

¿Hay alguna promoción que usted recuerde con especial cariño?
Sin duda hay mejores promociones que otras. Pero, en general, los ex alumnos de Derecho de la Católica tienen un buen nivel como profesionales. Ahora, entre todos esos alumnos, hay quizá un 15% que tiene asegurado un futuro brillante. Primero por salir de la Católica, y segundo, porque son abogados muy competentes.

¿Cómo fue su experiencia como congresista de la República?
La verdad, fue una mala experiencia. El Congreso es terrible, lamentable, pero, finalmente, de todas las experiencias se aprende. Yo fui elegido para el periodo 1995-2000, postulando por el partido de Pérez de Cuellar, Unión por el Perú (UPP). Ahora ese partido se lo han apropiado otros, pero en ese momento era independiente.

¿Prefirió la experiencia de ser decano del Colegio de Abogados de Lima?
Claro. Ser elegido decano del Colegio de Abogados fue mucho más difícil que ser elegido congresista. Para postular hay que tener varios años de abogado y hacer una campaña muy dedicada. Tuve que visitar prácticamente a todos los abogados de Lima, recorrer los alrededores del Palacio de Justicia para prometerles la defensa de la profesión.

Ahora ha sido elegido presidente de la Academia Peruana de Derecho.
Sí, pero ese es un cargo más bien honorífico. La institución está conformada sólo por 30 académicos; yo fui nombrado hace 15 años como sucesor de Felipe Osterling, también de la Universidad Católica. En la Academia se realizan actividades de desarrollo y vinculación del Derecho.

Usted ha tenido muchos cargos importantes en su carrera, ¿cuál le faltaría ejercer?
Me faltaría ser ministro de Justicia, pero ya no creo que lo haga: tengo 74 años y estoy dedicado a mis tareas. Sin embargo, uno nunca puede decir no. De lo que sí estoy seguro es que al Congreso no vuelvo; tampoco al Colegio de Abogados, porque ya estuve ahí dos años y esa etapa se acabó. Al decanato de la Facultad tampoco, pues ese es un trabajo que tienen que hacer los jóvenes. Lo de ministro, sabe Dios, pero eso me lo tienen que pedir.

En las últimas semanas se ha comentado mucho también la defensa que está haciendo del futbolista Claudio Pizarro. ¿Es verdad que en sus clases utiliza este caso como ejemplo?
Aún no lo he utilizado, pero lo voy a hacer uno de estos días para demostrar a mis alumnos cómo no se debe llevar un juicio. Es increíble lo que han hecho los señores de la Comisión de Justicia de la Federación Peruana de Fútbol: lo castigaron sin haberlo citado, sin haberle tomado la declaración, sin haberle dicho de qué se le acusaba. Todavía estamos a tiempo de que la segunda instancia haga bien las cosas y haga valer todos los derechos de Pizarro.

¿Y puede decirnos cómo va la demanda interpuesta por la Universidad Católica contra el señor Walter Muñoz Cho, representante del Arzobispado de Lima en la Junta Administradora de los bienes legados por José de la Riva-Agüero?
Bueno, hemos perdido en primera instancia, en parte porque el juez declaró improcedente la demanda. Esto quiere decir que la demanda, como estaba planteada, no tenía cabida; pero no se pronunció sobre el fondo, o sea, si había derecho o no. Ahora hemos apelado y el juicio está en la Octava Sala de la Corte Superior de Lima, que lo tiene que resolver. En todo caso, todavía podemos ir al Tribunal Constitucional. Estoy seguro de que este juicio lo vamos a ganar.

La ficha:
Nombre completo: Jorge Jesús Avendaño Valdez
Lugar y fecha de nacimiento: Lima, 1933.
Estudios: Licenciatura y doctorado en Derecho por la PUCP.
Trayectoria: Profesor de Derecho Civil en la PUCP desde 1957. Ex decano de la Facultad de Derecho en cuatro periodos (de 1964 a 1970 y de 1987 a 1993). Ex decano del Colegio de Abogados de Lima (1993 y 1994). Miembro honorario de la Universidad de Wisconsin. Ex congresista de la República. Actual presidente de la Academia Peruana de Derecho.

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