lunes, 21 de abril de 2008

Augusto Álvarez Rodrich sostiene que detención de la sanmarquina Melissa Patiño es arbitraria

Director de Perú 21 expresa su preocupación por la situación de la sanmarquina Melissa Patiño, artículo copiado de la opinión del director del 21 de abril de 2008.

Su detención es arbitraria. Debe salir de prisión. Melissa Patiño estudia en San Marcos, le gusta la literatura, tiene veinte años y lleva dos meses presa en un 'régimen especial', porque ha sido acusada de terrorista.
Un régimen carcelario 'especial' quiere decir condiciones similares a las que tiene, por ejemplo, la esposa de Abimael Guzmán: no puede hablar con otra reclusa, salir al patio del penal ni tener acceso a teléfono público, y solo puede ser visitada por un número limitado de personas que deben ser familiares directos.
El supuesto delito es haber viajado a Quito, junto con otras cinco personas, con el fin de participar en el Segundo Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB). Según la Policía, Patiño sería una pieza clave del engranaje del terror que, entre otros objetivos, pretende sabotear las cumbres internacionales que se realizarán este año en el Perú.
Ella, sin embargo, niega dichos cargos, declara no pertenecer a ningún partido político, y señala que solo viajó a Quito en reemplazo del conductor del programa radial en el que trabaja.
¿A quién creerle, a la policía, al Ministerio de Interior y en general al gobierno, o a Melissa Patiño? Nadie quiere que se vuelva a producir la desgraciada experiencia terrorista que explosionó en el Perú durante los años ochenta. El Estado tiene, por tanto, el deber de investigar a las personas sobre las que tenga sospecha de que están vinculadas a algún rebrote subversivo.
El problema, sin embargo, es que durante los casi dos meses que Melissa Patiño ha estado detenida, el gobierno no ha podido exhibir pruebas sólidas de que esta muchacha esté involucrada con la subversión.
Ella podría incluso simpatizar con las ideas 'bolivarianas', pero eso no es un delito, pues en el Perú existe libertad de pensamiento y el régimen democrático en el que vivimos lo garantiza.
Por ello, cada día que Melissa Patiño pasa en la prisión, sin que el gobierno ofrezca indicios razonables de su delito, se agrava una situación que solo podría ser calificada como un abuso y una arbitrariedad condenables cometidos por el gobierno del presidente Alan García.

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