viernes, 25 de enero de 2008

La democracia a nivel estudiantil en las universidades públicas: El caso de San Marcos (Segunda parte)

En la práctica, el actual sistema electoral (de San Marcos) no ha generado propuestas estudiantiles realmente reformadoras y ha alejado a los más calificados de la política.

Continuación del post anterior...

Sobre la segunda característica de la democracia, la máxima extensión de los derechos políticos, la situación de las universidades públicas se torna polémica. En la UNMSM cualquier estudiante puede votar y ser elegido, lo cual refleja el cabal cumplimiento del este principio propuesto por el autor. Nadie esta excluido de la competencia por la representación estudiantil. Sin embargo, en la práctica esto ha degenerado en el copamiento de los tercios por los estudiantes más mediocres, quienes en su gran mayoría reproducen mecánicamente el denominado “marxismo de manual”. Lamentablemente, esta cultura política ha reducido el rol de los tercios a elemental defensa de los derechos estudiantiles inspirados en la Reforma de Córdoba (1918).

En los sistemas electorales de la mayoría de universidades privadas[1] las cosas son distintas. En éstas, los estudiantes pertenecientes al tercio superior académico tienen derecho a ser elegidos. Incluso, en el caso de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón (UNIFÉ), sólo las estudiantes del quinto superior académico de las facultades pueden ser representantes estudiantiles. La finalidad de este sistema es garantizar un dialogo y debate político centrado en los temas académicos.

En este punto planteo lo siguiente: ¿No sería mejor para que en las universidades públicas sólo puedan ser representantes estudiantiles los pertenecientes a los tercios o quintos superiores académicos?

Si el modelo de base amplia (todos pueden ser elegidos) en la práctica no ha generado propuestas estudiantiles realmente reformadoras y ha alejado a los más calificados de la política ¿Por qué insistimos en este modelo? ¿La solución se encuentra en la implementación de sistemas electorales de corte academicista?. Estas preguntas deberían ser materia de debate entre los estudiantes de las universidades públicas, sobre todo tomando en cuenta el actual contexto de la sociedad del conocimiento y las tecnologías de la información.

En relación a la tercera característica, estado de derecho es exactamente lo que no se ve en las universidades públicas. En perjuicio de una cultura política democrática, predomina una tiranía ideológica que promueve la intolerancia de una ínfima minoría politizada. En este marco, toda propuesta alternativa a la vertiente del marxismo de manual es sistemáticamente desprestigiada y tildada de reaccionaria y/o neoliberal. Asi, la violencia física y simbólica contra toda propuesta divergente de la "línea oficial" goza de justificación ideológica. Esto no sólo es atañe a la educación superior sino al país entero, sobre todo si consideramos la violencia política que sufrió el país en las dos últimas décadas del siglo pasado.

Las conclusiones en el siguiente post...

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